LA VIOLENCIA CONTRA LAMUJER CONTINUA. DATOS Gráfico de mujeres muertas por violencia a manos de sus parejas o
exparejas en España en los últimos años
HACER VISIBLES A LOS MENORES Además están los menores que son también
unas víctimas de esta violencia. Más de 800.000 menores están expuestos a la
violencia de género en España. Son el 10% de los niños pero no aparecen en los
registros de ningún organismo.
Mamá, duérmete que yo vigilo es un documental producido íntegramente
por TVE para Documentos TV cuyo objetivo es hacer visibles a esos
niños y niñas.
domingo, 25 de noviembre de 2012
lunes, 5 de noviembre de 2012
DONDE VIVEN LAS MUJERES
Es
un proyecto cinematográfico, educativo y solidario sobre los derechos de las
mujeres, igualdad de género y género en desarrollo. Se trata de 5 historias de
mujeres que formalmente mezclan la ficción y la realidad para crear un discurso
social y cultural que reconozca el gran aporte de la mujer al bienestar de la
familia y el desarrollo de la sociedad y que contribuya a la construcción de un
mundo mejor para todos, mujeres y hombres.
Ir a la Página y ver la Película...
Guía didáctica de la Película...
http://www.dondevivenlasmujeres.com/index.php/es/cine-en-el-aula/item/197-gu%C3%ADa-did%C3%A1ctica
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jueves, 1 de noviembre de 2012
UN HALLOWEEN DIFERENTE. LOS NÚMEROS DEL HORROR
En los orígenes… El nombre Halloween es la deformación americana del
término, en el inglés de Irlanda, «All Hollows´ Eve»: Vigilia de Todos los
Santos. Debido a la costumbre inglesa de contraer los nombres para una
pronunciación más rápida y directa, esto derivó en el definitivo "Halloween",
aunque la fiesta religiosa original nada tiene que ver con la celebración del
Halloween actual. Esta antiquísima fiesta cristiana llegó a Estados Unidos junto
con los emigrantes irlandeses, que tenían una profunda devoción por los santos.
Y allí echó raíces para sufrir paulatinamente una radical transformación,
perdiendo el sentido católico de esa noche y acentuando el aspecto lúgubre y
morboso, lleno de terror y fantasmas, donde los muertos se alzan atormentando a
los vivos. Halloween no es más que la última versión, secularizada y
repaganizada, de una fiesta católica, que se fue transformando en un carnaval
del terror y en una gran oportunidad para el consumo. Actualmente muchos están
buscando, en su versión “New Age”, sus raíces paganas, reorganizando un nuevo
calendario esotérico.
Antes del cristianismo La fiesta se remonta, en realidad, a tiempos anteriores al cristianismo. Hacia el siglo VI antes de Cristo, los antiguos celtas del norte de Europa celebraban el 1 de noviembre, como el primer día del año. La fiesta de Samhein, fiesta del sol, que comenzaba la noche del 31 de octubre, marcaba el fin del verano y de las cosechas. Los colores del campo y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad. Creían que en aquella noche, el dios de la muerte permitía a los difuntos volver a la tierra, fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche, haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciendo a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras y, disfrazándose de maneras macabras, trataban de pasar desapercibidos a sus miradas amenazantes. Cuando los pueblos celtas se convirtieron al cristianismo, no todos renunciaron a las costumbres paganas. En el siglo VIII, el cristianismo colocó la fiesta de Todos los Santos el 1º de Noviembre, quedando así la noche del 31 de octubre, como la Vigilia de esa gran fiesta. La coincidencia cronológica generó no pocas supersticiones sincretistas, que mezclaron la fiesta de los santos, con las antiguas creencias celtas. Sin embargo el “Halloween” que hoy se celebra muy poco tiene que ver con los celtas, y menos aún con la fe cristiana. Es un fenómeno completamente estadounidense.
Antes del cristianismo La fiesta se remonta, en realidad, a tiempos anteriores al cristianismo. Hacia el siglo VI antes de Cristo, los antiguos celtas del norte de Europa celebraban el 1 de noviembre, como el primer día del año. La fiesta de Samhein, fiesta del sol, que comenzaba la noche del 31 de octubre, marcaba el fin del verano y de las cosechas. Los colores del campo y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad. Creían que en aquella noche, el dios de la muerte permitía a los difuntos volver a la tierra, fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche, haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciendo a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras y, disfrazándose de maneras macabras, trataban de pasar desapercibidos a sus miradas amenazantes. Cuando los pueblos celtas se convirtieron al cristianismo, no todos renunciaron a las costumbres paganas. En el siglo VIII, el cristianismo colocó la fiesta de Todos los Santos el 1º de Noviembre, quedando así la noche del 31 de octubre, como la Vigilia de esa gran fiesta. La coincidencia cronológica generó no pocas supersticiones sincretistas, que mezclaron la fiesta de los santos, con las antiguas creencias celtas. Sin embargo el “Halloween” que hoy se celebra muy poco tiene que ver con los celtas, y menos aún con la fe cristiana. Es un fenómeno completamente estadounidense.
Fuente: Religión en libertad
Una celebración diferente Con motivo de esta fiesta, Manos Unidas propone otro
modo de celebrar esta fiesta: “los números del horror”. Podemos sustituir
el horror ficticio con le que se juega hoy en día en esta festividad por el
horror que producen de verdad estas cifras basadas en hechos reales: los 1.400
millones de personas en todo el mundo que sobreviven con menos de un euro al
día, los 9 millones de niños y niñas que mueren al año antes de cumplir cinco
años o lo más de mil millones de personas que no beben agua potable… y pide el
apoyo de todos para lograr que el horror sólo exista en la ficción.
Etiquetas:
Historia y cultura de las religiones,
Pastoral
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